viernes, 3 de mayo de 2013


Beate Uhse, la impulsora del primer negocio erótico
(Tomado de Facebook)


Estamos acostumbrados a toparnos con escaparates de tiendas eróticas y sex shops por las calles de cualquier ciudad, Internet está plagado de webs que nos ofrecen todo tipo de juguetes y productos eróticos, y hasta podemos disfrutar de una muestra de estos artículos en casa acompañados de nuestros amigos, con los aclamados tuppersex. Pero hasta hace no tanto, en una sociedad aparentemente puritana, era impensable hablar de este tipo de negocios. Tuvo que ser una mujer, Beate Uhse , la que desde Europa impulsara la que hoy se considera una gran industria.

Beate nació en 1919 en Alemania. Creció en una granja en Wargenau, pero pronto mostraría interés por otros temas, y no precisamente relacionados con el sexo. Así, cuando era todavía muy joven, comunicó a su familia sus deseos de convertirse en aviadora. Cabe decir, que estos no se lo tomaron nada bien. Si aún hoy es raro que una mujer pilote un avión, qué decir hace un siglo. Pero la fuerte convicción y decisión de Beate, hizo que por fin le permitiesen luchar por su sueño de surcar los cielos.

Con tan sólo 17 años conseguía su licencia de piloto profesional, siendo la única mujer de su promoción en lograrlo. Además de conquistar el cielo, conquistaría el amor, casándose con Hans Uhse, su instructor de vuelo. No mucho tiempo después estallaría la II Guerra Mundial, y ambos pilotos fueron reclutados por la Luftwaffe. Sería a bordo de uno de los aviones de batalla, donde Hans fallecería, dejando viuda y con un hijo a una Beate de 25 años.

Un año después, en 1945, cuando los alemanes poco tenían que hacer, ella logra dejar atrás Berlín y llegar a la frontera con Dinamarca, pilotando uno de los aviones con su hijo de dos años a bordo.

Una vez finalizado el conflicto, los países aliados no permiten que Beate Ushe ejerza como piloto, de este modo y pasando en principio bastantes penurias junto a su hijo,trabaja en una granja. Allí conocerá numerosos casos de mujeres que se han quedado embarazadas sin desearlo o que temen les suceda. Hay que tener en cuenta que en una época de posguerra, traer al mundo otra boca a la que alimentar podía considerarse una tragedia, y no se habían desarrollado los métodos anticonceptivos.

Concienciada con la situación, Beate iniciaría sus andanzas por el mundo del sexo, lanzando un panfleto titulado “Schrift X”, donde explicaba el método natural de la regulación de la natalidad Ogino-Kanus, que consiste en contar los días del ciclo menstrual de la mujer para lograr o evitar quedar embarazada. A pesar del escándalo que supuso para algunos sectores de la sociedad, contrarios a la anticoncepción, la publicación tuvo muchísimo éxito.

Al año siguiente en 1947, se inaugura el servicio de “venta por correo Beate Uhse” . El primer folleto consta de sólo ocho hojas. En tan solo cinco años más, en 1952, Beate Uhse logra un éxito más con su catálogo “Stimmt in unsere Ehe alles?” (Está todo bien en nuestro matrimonio?) El catálogo de 32 páginas ofrece alrededor de 50 productos. Unas 200 mil personas lo solicitan por correo y para este entonces la firma cuenta apenas seis empleados. Nació entonces la Beate Uhse AG. una empresa dedicada a productos eróticos. Su evolución se refleja en la del propio slogan, en los años 50′ era “higiene matrimonial“, en los ’80 era “más placer en el amor“ y ahora es “aumentar el placer sexual”.

Del negoció de venta por correo pasamos al primer Sex Shop, que inauguró en 1962 en Flensburgo. El camino hasta aquí no fue nada fácil, y es que Beate fue perseguida legalmente y tuvo que enfrentarse en numerosos juicios.

Cuando en 1989 cayó el muro de Berlín, supo hacerse un hueco en el mercado, repartiendo gratuitamente numerosos catálogos entre sus habitantes, y abriendo en 1990 la primera tienda en la zona, que le aprotaría cuantiosos beneficios (unos 60 millones de euros).A partir de ahí, todo sería crecer. Se inauguró el Museo Erótico Beate Uhse en Berlín, y en 1999 la empresa cotizaría en Bolsa.

La fundadora e impulsora de todo esto, Beate Uhse, fallece en 2001 con 81 años de edad, pero dejando tras de sí todo un imperio que además de haberse convertido en un estilo de vida, cuenta con seiscientos cincuenta empleados, distribuye a más de quinientas empresas y tiene una facturación de más de cincuenta millones de euros, una cadena de televisión y un museo erótico. Sin duda, a Beate no le faltaba razón, cuando afirmaba “el sexo vende”.

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