lunes, 15 de diciembre de 2014

Pacto

Quisimos jugar a la casa, le esperé haciendo alguna tarea doméstica, él entró como el señor del lugar. Me vio de frente, cerró despacio y se dirigió a la cocina, donde me encontraba, no me dejó preguntar qué tal su día, cuando ya tenía un beso en mi boca, su mano bajo mi falda y la otra acomodando las compras, ¡Espera! –Susurré-  pero caso omiso fue el resultado, de todas maneras en un suspiro me roba la capacidad de rechazar, solo de amar queda… Y me encuentro ahí entre las especias, las verduras, preparando la cena preferida; Nosotros.

Suena mi música favorita, lo que estaba en la estufa puede esperar, lo que descongelaba, en un instante estuvo, nuestros cuerpos ardían. A ratos besos tiernos, a ratos apasionados, locos, entregados, fiel amante, que me encanta, mi lobo, ese ser mítico, mitad hombre, mitad animal, no sé si he conocido ambas partes, si he disfrutado ambos seres, pero cuando su sexo y el mío se juntan, el animal predomina, creo que soy su luna, la que posee de a ratos, y que a veces solo puede verla a  distancia. Soy esa mujer que te sonríe, esa que sabes que te muerde despacito los labios solo para que recordar que algunas heridas tienen buen sabor.

De repente uno de mis pies es besado por él, y va subiendo poco a poco por mi pierna, me mira, y se pierde entre el espacio infinito de mi ser, y yo, me siento como el universo mismo, descubriendo con él y gracias a él, una nueva galaxia.


Mi respiración acelerada, quiero hablar, gritar, pero solo logro ¡Ahhhh! En voz bajita, digo yo. Se detiene, levanta la ceja derecha, media sonrisa ¿Sigo?- Jamás le dije que se detuviera- Él mandaba esta vez, me dirigía, me daba muerte a fuego lento,  luchando por no cerrar mis ojos, en ningún instante, para presenciar cada momento, donde él era mío, mío de deseo.

Mis manos, arañaban su espalda, mis piernas lo presionaban y mi boca le comía a besos. ¿Puede un cuerpo desear a otro con tanta magnitud?, Si alguien me lo hubiese preguntado, dudaría, pero al verlo, todas mis incógnitas se resuelven.
No puedo decirles como termina esto, porque años atrás se empezó a escribir y tenemos un pacto sin final.


jueves, 23 de octubre de 2014

El Principio del baile final.



En algún momento de la vida teníamos que toparnos, nuestras energías nos llamaban, ternura con seriedad, eso encontré. Es mi destino al parecer amores destinados a no ser, o a callar, porque la sociedad no logra entender, que cuando 2 seres se miran como nosotros, no volverá a suceder algo igual. 

Y estamos en esa lucha del deber y el querer, no somos los únicos, tantas parejas libran la misma batalla, tropiezo uno, tropiezo dos y siguen, claro, esta vez pensando y sintiendo, no puede ser una sin la otra, para una historia sin igual.

Me perdí en la profundidad de sus ojos oscuros que asemejan a un mar desconocido, fascinante, imponente y seductor, que me llaman a ir, aunque no sé nadar, tampoco en esta emoción se como andar, como ir, solo sé que lo quiero vivir, que lo quiero tocar. Besar cada espacio de su cuerpo, empezar con sus ojos, sus mejías, quiero darle un beso con intensidad en su cuello, sus hombros. ¡No!, No quiero besarle sus labios gruesos, que cuando forman esa sonrisa  que le viene del alma, me derrito como la vela al contacto del fósforo, quiero que me pida el beso, que me busque mis labios, que me desee más y más. Desatar su locura, esa que aún no descubro, pero que no dudo exista, solo se aquieta por largos ratos. Buscarte, perderte reconquistarte, Saber más de ti, que tu piel me cuente , lo que tu mirada ya me ha relatado, la historia que te ha volcado a ese ser de magia que me llama.

¿Cómo se baila con un ser que solo se aparece para llevarte a otro mundo? 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Complicidad



¿Por qué te gusta la poesía?  Me decía mientras escribía una nueva estrofa en mi espalda… Con cada beso que dejaba huella en el alma. ¿Será posible?, ¿Cómo se toca el alma? Con un suspiro creo a veces, con una mirada o con esa media sonrisa que me dá, mientras me ve directo a los ojos. Es probable, es incierto, la verdad no la sé, solo conozco lo que siente mi piel cuando me toca, cuando me besa, cuando su carne y mi carne se hacen una.

¿Impropio pensarle? ¡Impropio no desearle! Si su silueta se me asemeja a un paraíso del que solo una persona con gran inventiva podría crear en sus textos, en sus imágenes.

Cúmulo de emociones, ideas que salen de la nada y yo su cómplice, la más leal, la que quiere llevar al mayor de lo éxtasis la nueva locura a ejecutar, nervios al pensar, dudas, pero al final siempre le diré que sí, y así nuestra historia tiene muchos escenarios, esa historia que empezó de la manera no pensada, no vista, solo dada, esa que si sale a la luz, nos dirían que nos firman para llevarla a la pantalla. Pero no somos así, somos dos seres que se conocen, se cuidan se complacen porque se quieren o se quieren porque se complacen ¿Será lo mismo? No, hay una línea delgada que cambia todo… Y empieza con querer.


Quererlo en cualquier tiempo, en cualquier circunstancia, con sus manías, esas que me vuelven loca de pasión, que me divierten, que me demuestra lo que siente al tenerme cerca. 

lunes, 11 de agosto de 2014

Lenguaje de Amor.-

Bastaba una mirada, para saber que se desencadenarían torbellinos de pasiones que habían estado presos por mucho tiempo. Entre los oficios del día a día, dejar de pensarse era algo imposible, la mente traicionera a cada instante hacía se recordasen, un olor, un paisaje, una bebida, un lugar, momentos vividos juntos, como nunca antes alguien lo habría pensado.

Clandestino es su amor, a ratos de libertad, pero prófugos a la realidad que los separaba, ellos hacían la suya para vivir ese amor tan condenado.
Un roce de su piel, leve, sutil y caía en sus provocaciones, una media sonrisa, que evocaba al más ferviente deseo, “ven” le decía con la mirada, y ella solo demoraba el momento, dado que lo ansiaba tanto o más que él.

Son juegos, simple juegos que presagian una noche única, momento inigualable, solo superable por otro categorizado de la misma emoción. Testigos, solo ellos dos, jueces y verdugos no importan ya, es mejor arriesgar al vivir con las ganas de saber…

Y en ese encuentro tan casual, tan buscado y encontrado, se admiraban tiernamente cuál si fuese la primera vez, estaban ahí, quietos los dos, con la respiración acelerada de a ratos, conteniendo todo el furor, para desatarlo en el mejor momento, no hay necesidad de palabras, sus manos conocen bien el cuerpo del otro, saben donde oprimir para más, más, más placer. Se sumergen en esa emoción  que solo la complicidad suele dar, él adora apretar el cabello de ella, mientras le besa su cuello dócil ante tal expresión de pasión. 

Ella mientras, apreta con ahínco su espalda firme y robusta cuál roble firme que ha pasado tempestades y sobrevivido para contarlo, se estremecían, deliraban, cuerpos  en una llamarada de pasión. Aún no, espera, espera, parece decirle ella a él con su mirada, y él la conoce bien, sabe la espera valdrá la pena, valdrá la dicha, valdrá el tiempo del cuál no tienen noción. Al final ¿Qué importa la hora? Sí, todo se reduce a ese momento, donde la piel traduce el lenguaje del amor.-

sábado, 10 de mayo de 2014

He vivido Violencia. ¿Y vos?

Identificar la Violencia como tal, no es fácil y es una tarea diaria, determinar elementos que han sido normalizados por la cultura en la que hemos crecido se vuelve complicado, cada día hay más mujeres tomando conciencia del maltrato vivido y algunas por esto se vuelven estigmatizadas, donde se les señala por el simple hecho de reconocerse como sujeta de derecho; uno de los ejemplos más evidentes de "violencia cultural" es el mal llamado piropo que la mayoría de los hombres nos hacen (a mujeres) cuando vamos caminando, ni siquiera es el hecho de la vestimenta, (eso también es un absurdo) de una una u otra manera dirán algo. Esto en realidad es acoso callejero. Yo me pregunto como algunas mujeres disfrutan esto, porque he escuchado decir que al final no importa de donde venga, "piropo es piropo".

El artículo 1ro de la Convención expresa que “debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”
.
Entonces, ¿Como luchar con la mentalidad de alguien que no ve el acoso callejero como daño psicológico? Si hago un recuento de las veces que me dicen algo en la calle, pierdo la cuenta, pero tengo un par de recuerdos donde me han dicho frases groseras, por el simple hecho de no "agradecer" su muestra de cariño, su atención o como ellos quieran llamarle y si le sumamos las veces que se dirigen a mi madre, cuando voy acompañada de ella, es doble el sentimiento de vulnerabilidad que vivo, porque es miedo a que por no responderles tiren algún objeto o tengan alguna reacción en contra de nosotras.

Si cada mujer que reconoce el acoso como violencia se comprometiera a pasar sus argumentos y experiencias a otra mujer, podríamos ir sumando más compañeras de lucha. Esto poniéndolo en perspectiva ascendente, porque el gobiernos juega un papel importante al ratificar y comprometerse con acuerdos que dejen de normalizar este tipo de conductas.

Yo sufro violencia a diario, no me gusta, no pienso quedarme callada o solo quejarme, pretendo un cambio.

¿Me ayudás?